El xeneize logró cerrar de buena manera una temporada en la obtuvo el Apertura 2011 pero en la que tenía el sabor amargo de haber perdido el título del Clausura en las últimas fechas y la final de la Copa Libertadores, las dos competencias del primer semestre de 2012.
El equipo de Falcioni fue superior a su rival más allá del pasaje inicial del partido, más favorable a los de Zubeldía. Pese a algunas dudas en defensa, se asemejó bastante al repertorio que pretende su entrenador, es decir solidez defensiva y el aprovechamiento al máximo de las situaciones en arco rival. En este último ítem falló sólo en el tramo final donde le permitió a Racing mantener la esperanza de la igualdad merced a las claras ocasiones desperdiciadas sobre el arco de Saja.
Racing tuvo un arranque prometedor pero se fue desinflando con el correr de los minutos y solamente mostró el talento de Viola y el atrevimiento y calidad de Centurión, un futbolista para admirar y con destino europeo en un futuro no muy lejano. El resto fue muy pobre, principalmente en la faz defensiva, línea que estuvo casi siempre desordenada y descoordinada. En el ataque Sand perdonó y en el medio Camoranesi estuvo muy lejos del nivel que destila su currículum.
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