LOS INCIDENTES EN SAN PABLO-TIGRE

La segunda final de la Copa Sudamericana entre San Pablo y Tigre quedará en la historia negra del fútbol. El plantel del equipo argentino se negó a jugar el segundo tiempo (perdía 2-0) porque sus jugadores habrían sido agredidos y amenazados con armas de fuego. El árbitro dio por terminado el partido y el local festejó el título.

Los jugadores y el cuerpo técnico de Tigre sufrieron amenazas y fueron golpeados cuando se dirigían rumbo al vestuario en el entretiempo. Por eso el entrenador Néstor Gorosito salió del túnel y avisó a los medios de lo sucedido. "Sacaron revólveres. Así no salimos a jugar" expresó. El Matador recibió hostilidad desde el martes cuando los directivos locales no lo dejaron reconocer el terreno del Morumbí.


Tras un final caliente de la primera parte, con los jugadores de Tigre enojados por supuestas cargadas del local por el 2-0 a favor, llegó lo peor en los vestuarios. Auxiliares de Tigre salieron al campo de juego a denunciar agresiones y una zona liberada en los camarines. Y ahí apareció Gorosito: "Sacaron dos revólveres en el vestuario. Eso es San Pablo, son cagones, mano a mano no se la bancan. No se juega más", avisó. El encargado de seguridad del club argentino, además, manifestó que al arquero Albil la policía le puso un arma en el pecho. 

Tigre no salió a jugar tal cual había amenazado y Osses, el juez del encuentro, no decidió suspenderlo por falta de garantías para el plantel argentino sino terminarlo por no presentarse a jugar. Por eso la Copa Sudamericana quedó en poder de San Pablo. Habrá que ver qué presentación realiza el Matador y qué papel jugará la AFA teniendo en cuenta que no es la primera vez que un club argentino tiene problemas en Brasil. Lo que seguro deberá cambiar es la labor de la Confederación Sudamericana, organizador en los escritorios pero simple espectador de lo sucedido anoche dejando todo en manos de los locales...


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